miércoles, 30 de junio de 2010

Torre de Marfil

Sinceramente... Hay días en los que me apetece desaparecer del mundo... Yo que sé, hablando en términos poéticos, encerrarme en una torre de marfil... Pero "poéticamente" seguro que ésta estaría constantemente en riesgo de ser derrumbada por las gigantescas olas de mierda que se estrellarían contra ella.
Le llevo dando vueltas a la cabeza todo el día... es increíble la cantidad de cosas que se nos dice para levantarnos el ánimo, y las pocas que concuerdan co la realidad. Si le dices a un crío que puede llegar a ser lo que quiera, casi seguro que le estás mintiendo. Hay quien no tiene potencial para algo. Y los que tienen potencial para algunas cosas, no están bien vistos.
Por ejemplo, los deportes. La mayoría de crios no quieren, no les gusta, o no valen. Eso me recuerda a mi viejo profesor de judo de cuando era un crío. Nunca decía que los críos no valían. Al contrario, desarrolló una técnica de lo más efectiva. Simplemente, no te decía que no valías, sino que ponía a los críos que no valían para ello, junto a los ya experimentados, a los que iban a cuchillo. Dejaba que te inflasen a leches, y tras una semana de recibir más hostias que una iglesia en domingo de pascua, no volvías. Buen método.
También decía que el dolor es algo que hay que aprender a soportar, y una vez que lo comprendes, nunca más llegas a volver a sentirlo. Sin embargo, tras partirse una cadera en una competición, y salir entre gemidos ahogados de dolor al hospital, empecé a creer que su razonamiento no era del todo correcto.
En fin... La gente tiene un potencial enorme, sí, pero limitado. Hay gente que no sirve para ciertas cosas, y gente que por perrería, no les sale de los huevos o los ovarios, llegar al extremo de su potencial.
En cualquier caso, poco importa, ya que en este mundo se valora más el no tener sentido común, que la creatividad.
Vivimos en un mundo de mierda... Pero no podemos escapar de él, ni dejar de intoxicarnos.

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