Aunque debo reconocerlo... Hoy al salir un rato por la calle, a despejarme un poco, me he topado con siete parejas de madres e hijas, y creo que el mundo se está modernizando, pero cada vez va a peor, ya que las hijas ya no se parecen a las madres, sino que las madres se parecen cada vez más a las hijas... En el maquillaje y la ropa de zorrita.
Pero simplemente... A) ¿Quién coño soy yo para decirle nada a nadie? y B) Debo reconocer que en alunas no, pero en otras, esa visión resulta muy excitante...
Y aquí me encuentro de nuevo, ahogándome en mis propias penas, y deseando que todo acabe de una vez, y me digan que este mundo no es más que una pesadilla de mierda.
La gente ya no escribe, ni lee, ni habla... Simplemente se dedica a ver películas dirigidas por cretinos, comedias sin puta gracia, y prefiere pasarse horas mirando una caja de plástico antes que hacer otra cosa... Acabaremos naciendo con conexiones inalámbricas a las radiofrecuencias de televisión...
Y otro día más, me despido pensando en que tal vez estaríamos mejor en la otra vida, ya que dicen que es un paraíso de eterna felicidad... Sinceramente, a no ser que sea un club de alterne que nunca cierra, no le veo la lógica...
A todos aquellos que entiendan la poesía de los actos evasivos de la realidad, les daré el consejo que voy a tomar en breves... Borrachera, y a dormirla. Buenas noches desde las doce y pico del mediocía.