miércoles, 15 de diciembre de 2010

Años venideros

Buenas noches, mundo. Aunque de buenas no tengan nada, os saludo.
Para qué engañarnos: la vida es una puta mierda, y todos lo sabéis. Al principio todo es una fiesta, un desmadre, y un estilo de vida de la hostia... Luego maduras, sientas la cabeza, caes en un trabajo que no te gusta, te casas, tienes hijos, y cuatro hemorroides que no te joden ni la mitad de lo que te jode tu pareja. Y para cuando te quieres dar cuenta, estás atrapado en una vida de mierda mientras el universo entero en sí mismo, espera a que se te caiga la pastilla de jabón.
Los viejos tiempos... Sin duda eran los mejores. Ojalá alguien me lo hubiera dicho en aquel entonces. Ojalá nos lo hubieran dicho a todos. Los habríamos vivido más, y no los habríamos desperdiciado en encontrarnos constantemente en un estupor etílico. Y tal vez así en algún momento nos hubiera sido más fácil matarnos de un coma etílico.
En definitiva... Los mejores años, tirados por el retrete. Y los que están por venir, parece que vienen... pues de ahí mismo, vomitados por el retrete. En todo caso, prefiero que cuando lleguen los malos años, me pueda comportar como una estrella de rock de los años setenta: Siempre hasta las cejas de alcohol, y sin poder recordar más que lagunas negras.
Y ahora, a tomar por culo todo el mundo. No os quiero ver en lo que queda de semana. Almenos, sobrios no.

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